A los 48 años, Marcela La Tigresa Acuña, una de las figuras más emblemáticas del boxeo femenino en Argentina, puso fin a su carrera deportiva con una victoria por puntos en el Gimnasio Municipal de Plottier, Neuquén. Ante un gran marco de público que colmó las instalaciones, la pugilista formoseña se impuso por fallo unánime ante la tucumana Natalia Alderete, cerrando una trayectoria llena de éxitos y reconocimientos que la consagraron como un ícono del boxeo argentino.
Tras la decisión, el público estalló en aplausos y ovaciones, reconociendo no solo su triunfo en esa noche, sino también su legado en el deporte.
En comunicación con Radio Formosa, La Tigresa Acuña compartió sus emociones y reflexiones sobre este momento tan significativo en su vida: "La verdad que en estos momentos es como que todavía no me cae la ficha, todavía es como que hice una pelea, me estoy tomando unos días de descanso y bueno, tratando de proyectar". Reconoció que tomar la decisión de retirarse no fue fácil, especialmente después de una carrera tan destacada: "A todos los deportistas nos cuesta muchísimo tomar esa determinación y más aún llegando de la forma que lo iba haciendo".
La boxeadora, quien fue pionera en el boxeo femenino en Argentina al obtener la primera licencia profesional del país, destacó que este retiro no es el final, sino el comienzo de una nueva etapa: "Ir cerrando etapas como para poder abrir otras posibilidades que se pueden ir presentando a lo largo de este año". Entre sus planes futuros, expresó su deseo de incursionar en el periodismo deportivo, específicamente en la narración y comentario de peleas de boxeo: "Yo ansío poder estar transmitiendo, comentando, relatando o comentando algunas peleas de boxeo, pero si eso no se da muy pronto podríamos seguir con el tema del periodismo deportivo desde otro lugar también".
Además, reveló que lleva tres años preparándose para esta transición: "Ya cuando comencé a estudiar la carrera me dije vengo preparándome para justamente enfrentar ese gran duelo que voy a hacer después que me retire, porque ha sido muy difícil para mí". Su dedicación y visión a futuro reflejan la disciplina y pasión que siempre la caracterizaron, tanto dentro como fuera del ring.
Marcela La Tigresa Acuña deja un legado imborrable en el boxeo argentino. No solo fue una luchadora excepcional, sino también una inspiración para muchas mujeres que vieron en ella un ejemplo de perseverancia y lucha. Su retiro marca el cierre de una etapa gloriosa, pero también el inicio de nuevos desafíos en los que seguramente seguirá brillando.
Con su despedida, el boxeo argentino pierde a una de sus grandes figuras, pero su historia y su impacto perdurarán en la memoria de los aficionados al deporte. Marcela La Tigresa Acuña se retira con la cabeza en alto, sabiendo que dejó todo en el ring y que su nombre quedará grabado para siempre en la historia del boxeo nacional.